Es el emporio textil más grande del Perú y representa la lucha de jóvenes provincianos que llegaron a Lima en busca de un mejor futuro. No se imaginaron que se convertiría con los años en la zona comercial más importante del país.
Caminar por las calles del distrito de La Victoria hace que mucha gente piense en Gamarra, que en medio siglo ha pasado de ser un reducido lugar de concentración de unos cuantos ambulantes, a un emporio comercial que ha cambiado la vida de miles de comerciantes y de clientes no solo de Lima, también del país e incluso del extranjero.
Caminar por las calles del distrito de La Victoria hace que mucha gente piense en Gamarra, que en medio siglo ha pasado de ser un reducido lugar de concentración de unos cuantos ambulantes, a un emporio comercial que ha cambiado la vida de miles de comerciantes y de clientes no solo de Lima, también del país e incluso del extranjero.
Se estima que en ese sector victoriano existen unos 20 mil negocios y 140 edificios de galerías, 100 mil personas lo visitan a diario, cifras que aumentan considerablemente en fechas especiales como Navidad y Año Nuevo.
En Gamarra se mueven anualmente unos mil millones de dólares en transacciones con clientes peruanos y también del extranjero, pues hasta aquí también llegan pedidos de comerciantes mayoristas de Ecuador, Colombia, Venezuela, Panamá, República Dominicana, Costa Rica, Nicaragua e incluso Cuba, que conocen de la calidad de las confecciones de Gamarra
Llegar a este nivel de éxito no les fue fácil a los promotores, que aún recuerdan que hace medio siglo la zona de La Parada, ubicada junto a la entonces terrosa avenida Aviación, era la parada obligada de los ómnibus interprovinciales que traían a Lima a viajeros procedentes del centro del país , principalmente de Huancayo. De ahí el nombre de La Parada.
La Parada tenía las características de un mercado. La gente encontraba desde carretillas con frutas de temporada hasta pequeños puestos de venta de ropa. Y también existían algunos comerciantes textiles.
La Parada fue como un brazo que posteriormente se extendería a la zona de Gamarra, que, a mediados del año 1952 ya estaban sus calles pobladas de carpinterías, bodegas chicas, cantinas y hoteles. Aquel monótono universo contaba con pequeños negocios textiles que no afloraban en su totalidad, pertenecientes a árabes como Emilio Farah , a judíos , italianos, etc . A finales de la década de los 50 , Vicente Díaz Arce, un provinciano visionario y el principal promotor de lo que hoy es Gamarra, decidió apostar por alquilar un local en la cuadra 7 de Gamarra. Lo llamó “Gamarra 716” y la primera intención era usarlo como depósito para guardar su mercadería.
Su historia es una de las tantas que han vivido muchos provincianos que llegaron a Lima con la ilusión de un futuro mejor. Existe entre ellos un vínculo que los relaciona: el afán por hacer surgir esta zona que, con los años, se convertiría en todo un emporio comercial.
Los inicios de Díaz fue como ambulante en La Parada vendiendo calcetines, calzoncillos, medias de nylon y pañuelos. El negocio era familiar pues todos sus hermanos invirtieron sus pequeños ahorros en este rubro.
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Vicente Diaz Arce |
“Nosotros trabajábamos para mi hermano mayor. Yo tenía una gracia especial para vender, y me decían jefe, ¡cuando usted viene no sabe lo que se vende!. Tenía 14 años, yo vendía y vendía. Éramos disciplinados, a las 5 de la mañana teníamos que estar en La Parada sino nos quitaban el lugar, pues también crecían en número los vendedores ambulantes; era una lucha tremenda, no era fácil, a veces tenías que dormir ahí para conservar el lugar”, añade.
Gamarra empezó a hacerse conocida por las tres camionetas que iban al norte, centro y sur y en cuyas carrocerías estaba escrito “Gamarra 716”. Así se empezó a difundir el nombre por los mercados de todo el Perú, para los comerciantes de aquellos pueblos la capital fue siendo simplemente Gamarra. Poco a poco fue creciendo el negocio hasta que Diaz Arce tuvo una gran fábrica con dos empresas complementarias : Fábrica de Tejidos Arequipa y Tintorería Huancayo .
Luego vinieron los pioneros, uno tras otro, poniendo sus puestitos en Gamarra con ansias de progreso. Empezaron vendiendo cosas muy pequeñas como medias, pañuelos, chicles, lapiceros, caramelos, etc. Tenían su pequeño capital y cuando veían que el otro vendía sus polos impresos, ellos también compraban y lo mandaban imprimir, pero el negocio no era estable por lo que cambiaban continuamente de rubro. Hoy vendían polos y mañana jeans. Todo giraba según la demanda del comprador.
El desarrollo de negocios textiles y talleres de confección se hizo notorio en la década de los 60, su rápido crecimiento se debió a que el mercado provinciano estaba desatendido por la moda , aprovechando Gamarra esta oportunidad. Los fabricantes se basaban en el núcleo familiar , disminuyendo los costos de producción. A inicios de los 70 personajes como Rafael Soto , Juan Santos Ñaupari y Alcibíades Torrejón apostaron en esta zona donde ya se mostraba un conglomerado comercial.
El desarrollo de negocios textiles y talleres de confección se hizo notorio en la década de los 60, su rápido crecimiento se debió a que el mercado provinciano estaba desatendido por la moda , aprovechando Gamarra esta oportunidad. Los fabricantes se basaban en el núcleo familiar , disminuyendo los costos de producción. A inicios de los 70 personajes como Rafael Soto , Juan Santos Ñaupari y Alcibíades Torrejón apostaron en esta zona donde ya se mostraba un conglomerado comercial.
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Calles de Gamarra |
En 1972 ingresa la era de las galerías. Diaz fundó la primera llamada “San Generales” de siete pisos. En un principio no se hablaba nada de esos proyectos, esta idea nace con el pensamiento de vender los espacios de la galería, pero resultó que nadie quería Galería “San Generales” en la actualidad
comprar los
puestos.
Usando la creatividad busca acreditar el lugar, todos los domingos ponía un aviso en el periódico promocionando su mercadería “la media que te cuesta allá 10 soles acá la vendemos a 6” vendiendo más barato de lo que otros vendían. Esta labor era ardua y trabajosa, por un tiempo de 4 a 5 años la desempeñó repartiendo volantes en los micros que pasaban por esa zona de La Victoria.
Los hermanos Pedro y Nemesio Guizado quienes habían sido empleados, vendedores de una tienda en la avenida Aviación, se independizaron trasladándose al jirón Gamarra. En Octubre de 1990 se habían convertido en una enorme galería denominada “Galerías Guizado” ubicada en el corazón de Gamarra, además de toda una red de pequeños talleres y tiendas comerciales aledañas al lugar.
comprar los
puestos.
Usando la creatividad busca acreditar el lugar, todos los domingos ponía un aviso en el periódico promocionando su mercadería “la media que te cuesta allá 10 soles acá la vendemos a 6” vendiendo más barato de lo que otros vendían. Esta labor era ardua y trabajosa, por un tiempo de 4 a 5 años la desempeñó repartiendo volantes en los micros que pasaban por esa zona de La Victoria.
Los hermanos Pedro y Nemesio Guizado quienes habían sido empleados, vendedores de una tienda en la avenida Aviación, se independizaron trasladándose al jirón Gamarra. En Octubre de 1990 se habían convertido en una enorme galería denominada “Galerías Guizado” ubicada en el corazón de Gamarra, además de toda una red de pequeños talleres y tiendas comerciales aledañas al lugar.
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Galería Guizado |
Gamarra se había transformado en un conjunto de más de veinte manzanas comprendidas entre las avenidas Isabel La Católica y 28 de Julio. Apretadas entre esas dos grandes avenidas estaban la avenida Aviación, el jirón Gamarra propiamente dicho, el jirón Antonio Bazo, el jirón Huánuco, el jirón América, el jirón Giribaldi y la avenida Prolongación Parinacochas.
Este emporio comercial fue creciendo con el empeño y la perseverancia de muchos provincianos que así como Vicente Diaz, que dio el primer paso para apostar por Gamarra, forjaron sus negocios en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Actualmente el éxito de este lugar se basa en su creatividad, pues una tienda no exhibe los mismos modelos de una semana a otra.
El pasado 2012 el emporio cumplió sus bodas de oro dejando huella en nuestro país , ya que ha enriquecido a muchos y aún enriquece a otros. Podemos destacar que la identidad de Gamarra se centra en el emprendimiento de muchos comerciantes, cada uno de ellos cargando una historia peculiar que los identifica y hace sentir orgullosos de lo que ahora son.
Este emporio comercial fue creciendo con el empeño y la perseverancia de muchos provincianos que así como Vicente Diaz, que dio el primer paso para apostar por Gamarra, forjaron sus negocios en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Actualmente el éxito de este lugar se basa en su creatividad, pues una tienda no exhibe los mismos modelos de una semana a otra.
El pasado 2012 el emporio cumplió sus bodas de oro dejando huella en nuestro país , ya que ha enriquecido a muchos y aún enriquece a otros. Podemos destacar que la identidad de Gamarra se centra en el emprendimiento de muchos comerciantes, cada uno de ellos cargando una historia peculiar que los identifica y hace sentir orgullosos de lo que ahora son.
Les mostraré algunas imagenes de algunas tiendas y desfiles en Gamarra! :)
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